martes, 4 de junio de 2013



LITERATURA

Te contamos que en Jornada Extendida, en Literatura y TIC, hemos producido cuentos sonorizados  y obras de teatro que luego musicalizamos con la ayuda de la profesora de Música. La experiencia estuvo buenísimaaaa!. Te publicamos un cuento y una obra teatral. Si querés verlas a todas y escuchar los efectos sonoros seguí viendo nuestro blog.


Te presentamos nuestras producciones, esperamos tus comentarios sobre ellas.



LA NOCHE LIBRE DE LOS MUERTOS
Una   noche   de    lluvia  dos   chicos   decidieron   ir  a   una   casa   abandonada   muy    antigua   y    grande.  Estaban   muy  entretenidos   jugando.  De  repente,   golpearon  la  puerta. Asustados, se escondieron abajo de  la  mesa.     Se   empezaron   a    escuchar    pasos. Éstos  cada vez  se oían más cerca.   Ellos  temblaban  de  miedo.  De pronto,  se  empezaron  a  cerrar y  abrir las  ventanas  solas,  a moverse  las cosas   sin tocarlas, a escucharse  voces extrañas... Aterrorizados comenzaron  a gritar pero nadie los escuchó. La lluvia empezó a caer copiosamente con relámpagos y truenos gigantes.
Desde la ventana zombis se asomaban. Los chicos no sabían qué hacer, hasta que despacito uno de ellos se arrastró por el piso llegando a un teléfono e intentó llamar, pero aquel no tenía tono. El otro, desesperado, se levantó y corriendo se escapó por la ventana de atrás de la vivienda, sin que los zombis lo vieran.  Corrió, buscó   ayuda   en su hogar, pero   nadie   le   creyó.
Su  hermano que no pudo evitar escuchar la conversación, confió en él, porque cuando era chiquito  había pasado por la misma experiencia. Los dos hermanos  fueron corriendo a la policía, pidieron que los acompañaran y se dirigieron a la casa abandonada en el patrullero.  El chico buscó a su amigo, lo encontró abajo de la mesa con los  ojos  cerrados, llorando  y pidiendo  ayuda. De los zombis ni noticia. Nadie creyó lo sucedido, sólo se pensó que fue una aventura e invento de niños. El misterio no se develó.
Los pequeños volvieron  a  su casa como si  nada   hubiera pasado confiando en que muy pronto la verdad saldría a la  luz. 
                                                     Autores: Victoria, Jazmín, Alexis, Facundo, Sergio


 La mansión embrujada.
La historia cuenta que  hace mucho tiempo en un bosque había  una mansión  donde vivía una nona  que hacía  hechizos y brujerías.
Un  día,   la  nona  falleció  en  su  patio, pero  nadie  se  enteró  porque vivía en el medio del bosque y el cadáver, dicen, fue comido por distintos animales.
Muchos años después, la mansión se puso en venta. Una   familia la compró y se instaló  allí.  Cuando  los  niños  llegaron  a  su   cuarto  vieron  que  la  pieza  estaba   llena  de fotos de personas , corriendo fueron a llamar  a sus  padres  y  cuando ellos entraron al  dormitorio  no estaban más las fotos.   Los  niños  quedaron sorprendidos, los padres se recostaron en su habitación y pensaron que se trataba de una broma de sus hijos.

 
   Olvidándose de lo sucedido, los niños se fueron a jugar al patio y encontraron muchos huesos tirados. Ellos siguieron caminando por el patio, hallaron una chocita y entraron.
En ella había  una  olla, botecitos con líquidos, un cucharón grande, velas  negras, muchos  libros.
A la noche,  cuando  todos estaban durmiendo, los niños se levantaron  sin hacer ruidos,  fueron directamente hacia la chocita y empezaron  a hacer experimentos pensando  que eran para jugar.
Los  pequeños  vieron  un  mueble, dos  libros  y  uno  de  ellos  decía  brujerías, el otro, hechizos,  los  chiquillos, inocentes,  abrieron  el  que  decía brujerías, agarraron los  materiales disponibles en el lugar y empezaron a trabajar.  Cuando terminaron  el experimento decidieron ir a acostarse.
Al día siguiente les dieron el líquido obtenido con el experimento a sus padres, diluido en jugo. Aquéllos bebieron sin darse  y  se enfermaron a las pocas horas.
   A la noche, cuando los chicos y los padres estaban durmiendo, alguien se dirigió a la pieza de los pequeños,  abrió la puerta y en ese instante ellos despertaron. La nona estaba allí, flotando en el ambiente, le faltaba carne en su rostro, tenía un sombrero de bruja y algo extraño en las orejas. Los niños estaban tan asustados que no les salía ni gritar. Temblorosos preguntaron: -¿Qué quieres? 
-Hacer  un pacto con ustedes, dijo la nona.
 -¿Qué pacto?, interrogó Agustín
 La nona mirándolos fijamente expresó: -Ustedes vieron que sus padres están enfermos por el experimento  que  le hicieron tomar...
-Sí, pero a usted que le interesa lo que haya pasado aquí, manifestó el otro pequeño. 
-¡Claro que me interesa! porque yo tengo la solución, manifestó la anciana.
 -¿Y qué  solución tiene usted?
 -Yo tengo la solución para que sus padres no estén más enfermos, pero primero tenemos que hacer el pacto.
-Bueno ¿y qué pacto sería?
-Yo curaría a  sus padres, pero  ustedes tienen que conseguir que sus padres vendan la mansión.
 -¿Por qué te tenemos que dar la mansión?
 -Porque yo soy la dueña y es el lugar donde yo viví desde  chiquita.
 -¿Por qué no haces ahora el experimento así mañana hablamos con nuestros padres?
  -Está bien.
La nona  hizo el experimento y se lo  dio a los  niños  para que se lo hicieran tomar  a sus padres, esta vez con el café. Al instante, ellos  se sintieron mucho mejor.
Los niños se pusieron muy contentos  y convencieron a sus padres para que abandonaran la casa y la pusieran en venta. La familia se fue a vivir muy lejos de allí.
La mansión nunca se consiguió vender, pero permanece siempre conservada y limpia como si alguien viviera en ella. ¿Será la abuela?

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